LA VOZ DEL SANDINISMO

La Vicepresidenta de la República, Compañera Rosario Murillo, aseguró que construir la paz es comprender que tenemos la misión trascendente de amar a Nicaragua y amarnos los unos a los otros.

Son las fortalezas espirituales las que hoy más que nunca ponemos a prueba, lo realmente heroico es hacer la paz, destacó.

A través de los medios del poder ciudadano, indicó que en la Semana del Sagrado Corazón de Jesús le pedimos que nos llene de su amor, que nos sane el corazón y que podamos encontrarnos para seguir caminando rutas de fraternidad, justicia, derechos, democracia y de bien común.

Seamos constructores de paz, artífices de paz, vayamos creando las condiciones para la paz, la reconciliación que nos permita trabajar en una paz segura y verdadera, estamos comprometidos con el diálogo, el encuentro, la reconciliación y la paz, añadió.

Señaló que todos queremos diálogo, paz y avanzar en la recuperación de las  seguridad y la tranquilidad de las familias.

Reencontrarnos alrededor de las propuestas que tengamos para ir mejorando nuestro país, para ser capaces de hablar, escuchar y encontrar las respuestas todos juntos, acotó.

Afirmó que en Nicaragua estamos unidos en oración e invocación al Altísimo para que derrame sobre todos nosotros su amor, nos llene de amor, voluntad y compromiso de concordia.

Desterremos juntos el odio para que podamos vernos como hermanos, todos queremos la paz, tranquilidad y las condiciones indispensables para que dialoguemos, nos escuchemos y sepamos encontrar las respuestas a la situación, puntualizó.

Aseguró que queremos vivir en una Nicaragua donde las madres, abuelas y mujeres nos sintamos en paz y con el alma tranquila para poder trabajar y cuidar a nuestras familias.

Donde la juventud pueda seguir soñando, creando, aprendiendo y dispuestos a emprender para vivir los nuevos tiempos que Dios ha dispuesto para nosotros, acotó.

La Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía subrayó que Dios dispone para Nicaragua lo mejor para sus hijos e hijas.

Que en la comarca, la ciudad podamos vernos a los ojos sin rencor, libres de odio, de resentimiento y sobre todo libres de cualquier sentimiento negativo o dañino que alberguemos en nuestros corazones, manifestó.

Enfatizó que tenemos el mandato del perdón y la reconciliación, así como trabajar por la paz todos los días, “dejar atrás la discordia”.

Tenemos pensamientos distintos, en la diversidad está la creatividad, y puede estar también el bien de Nicaragua, todos queremos una Nicaragua de todos y mejor, hermosísimo homenaje el que estamos obligados a rendir todos los días al Cardenal Miguel, construir la paz es lo más difícil, es ardua tarea y es compromiso infinito con Jesús, afirmó.

ale/ele